Montar en bicicleta es uno de esos placeres sencillos que hacen la vida más sana, más sostenible, y también más bella. La experiencia de pedalear debe hacernos disfrutar, a cada cual a su manera; y al mismo tiempo requiere que lo hagamos con la mayor seguridad posible. Es aquí donde entran en juego lo que podríamos llamar responsabilidades compartidas:

• En primer lugar, nuestra responsabilidad como ciclistas (que trataremos con calma en otro momento).
• En segundo lugar, la responsabilidad de las personas que comparten la vía pública con nosotros (peatones, coches, motocicletas, etc.).
• Y finalmente, la responsabilidad de las instituciones públicas, que se encargan de pensar y gestionar los planes de movilidad.

La ilustración que aparece abajo nos ayuda a conocer los factores que más influyen en la seguridad de las personas que vamos en bici, e indirectamente, nos habla de esas responsabilidades compartidas que entre todos debemos asumir.

Me gustaría que las tuvierais presentes, no sólo ahora, sino también el día que podáis conducir un coche.