«El deporte es el ámbito que más discrimina a la mujer», afirma la investigadora Matilde Fontecha. Sin duda, es uno de los espacios sociales donde podemos observar con más claridad la exaltación del patriarcado. El deporte fue creado por y para el hombre, negando a las mujeres el derecho de participación, o ejerciendo sobre ellas formas de violencia aún hoy reconocibles (invisibilidad, sexualización, etc).
De todas las historias de rebeldía y desobediencia que las mujeres han protagonizado para reivindicar la igualdad en el ámbito deportivo, hoy, Día Internacional de la Mujer, quería dedicar un pequeño reconocimiento a mujeres doblemente discriminadas: las mujeres del Circo. Mujeres dedicadas a unas prácticas físicas, las circenses, que han sido históricamente desacreditadas y relegadas a la marginalidad. Las mujeres que practicaron las artes del circo, y que aún hoy hacen de esta actividad su ocupación profesional, son las mujeres del más difícil todavía: Mujeres nómadas, madres al cuidado de los hijos e hijas, maestras improvisadas, ayudantes de montaje y acarreo, o cuidadoras de animales. Sobre el escenario, deslumbrantes acróbatas, forzudas, saltimbanquis o payasas, cuyos cuerpos sufrieron a menudo el estigma o la ridiculización. A todas ellas, a su talento y dignidad, les debemos un agradecimiento por hacer del mundo un espectáculo más bello.
NOTA: Si pincháis en cada imagen podéis encontrar vídeos y otros materiales que os ayudarán a conocer mejor la realidad de las mujeres en el circo.
*Buscando información sobre el tema para escribir esta entrada encontré este maravilloso proyecto de investigación: MUJERES EN EL CIRCO, cuyas autoras/es podéis conocer aquí, y del que me sirvo para que todas y todos conozcamos y valoremos el papel de la mujeres en este oficio antiguo y hermoso.